Los comprobantes fiscales son aquellos documentos que reciben al momento en que se adquiere un bien, un servicio o se hace uso temporalmente de bienes inmuebles (mejor conocido como alquiler o arrendamiento).
Para poder distinguir, según sus usos, a estos comprobantes, se dice que existen dos grupos: los que cumplen con todos los requisitos fiscales (comprobantes para efectos fiscales) y los simplificados.
En cuanto a los comprobantes para efectos fiscales, estos deben reunir los requisitos y características que establece la legislación fiscal. Estos comprobantes permiten la disminución de un gasto sobre los ingresos (lo que se conoce como deducción) y la disminución de impuestos contra lo que se tiene a cargo (acreditamiento), y a la vez comprobar el ingreso percibido por esa operación.
Por su parte, los comprobantes simplificados son los que entregan las personas que prestan servicios o enajenan bienes al público en general y se expiden cuando el adquirente no solicita un comprobante con todos los requisitos fiscales.
En este caso, a continuación vemos el único tipo de comprobante fiscal existente:
Anteriormente también existían:
- Facturas
- Recibos de honorarios
- Recibos de arrendamiento
- Recibos de donativos
- Notas de cargo
- Notas de crédito
- Comprobante de pago a plazos
- Carta de porte
- Boleta de Empeño
Algunos enlaces de interés:
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