Existen gastos que pueden considerarse como deducibles en términos impositivos, y muchas veces, también se lo considera así en materia contable, no obstante, las posibilidades y opciones son varias, dado que puede también existir un gasto que sea únicamente computable fiscalmente y no de forma contable o viceversa.
Entonces, en primer lugar hay que quitarnos algunos mitos de la cabeza como por ejemplo, cuando hablamos de gastos y deducciones como si fueran conceptos diferentes, aunque en la vida real son lo mismo, pero claro, existe una pequeña diferencia y se trata de que el gasto es un término utilizado en contabilidad y deducción es un término utilizado en impuestos, pero que representan lo mismo.
En concreto los gastos son flujos de salida en recursos que se dan por disminuciones del activo o incrementos del pasivo, lo que produce una disminución del patrimonio que no provienen de los retiros de capital o de utilidades o excedentes.
Por su parte, deducción se utiliza para hacer referencia a los gastos pero en materia impositiva, es decir, aquellos gastos necesarios, proporcionales y que tengan relación de causalidad con al actividad generadora de renta.
¿Qué es una deducción fiscal contable?
Aquí un término no tan utilizado pero que muchas veces presta a confusión. Si una deducción, o digamos, gasto, es fiscal y contable, quiere decir que estas erogaciones son computables y registrables tanto en términos contables como en la contabilidad de la empresa y por consiguiente, no generan ninguna diferencia entre ambas que justifique una conciliación contable fiscal.
Ahora bien, los gastos que en uno o en otro lado no sean computables, producirán una diferencia que debe ser ajustada o diferida para ejercicios siguientes.
Entonces, si tenemos una deducción fiscal no contable estamos en presencia de un gasto que está previsto como deducción en la Ley del ISR pero que sin embargo no tiene un impacto financiero en los resultados de la empresa.
Por su parte, podemos tener también una deducción contable no fiscal que es la que afecta financieramente en los resultados de la empresa pero que de acuerdo a las disposiciones fiscales no constituyen una Deducción.
Ejemplos:
- Ingreso contable no fiscal: Ganancia por venta de Activo Fijo, Ganancia por Enajenación de Acciones.
- Ingreso fiscal no contable: Ajuste Anual por Inflación, Inventario Acumulable, utilidad fiscal por venta de Activo Fijo, utilidad fiscal por Enajenación de Acciones.