¿Más impuestos a los más ricos?

La pregunta debería tener una respuesta positiva y es lo que todos esperamos. No obstante, creo que le falta algo, un adicional que diga: “¿menos impuestos para los más pobres?“, algo que no sucede todos los días.

Actualmente, nuestro presidente, Enrique Peña Nieto, anunció que planifica subir el impuesto de la renta a las clases altas. Lo que se busca es hacer más digerible entre el público mexicano la impopular medida de ampliar el impuesto sobre alimentos y medicinas.

Estos cambios entrarían dentro de una reforma “hacendaria” integral que lo que busca como objetivo final es igualar la obtención de ingresos federales de un país profundamente desigual y dependiente durante décadas de la renta petrolera, según fuentes conocedoras del proyecto.

¿Cuándo aumentarían los impuestos?

Pues bien, la resolución parece ser cercana, porque estos cambios serán enviados al parlamento en septiembre, junto con el presupuesto de 2014. Por su parte, no hubo noticias al respecto desde la Secretaría de Hacienda.

La idea es clave, luchar contra la desigualdad de ingresos por la que el 10% más rico gana 19 veces más que el 10% más pobre.

Recordemos que, no estamos frente al primero que promete esto. Anteriores gobernantes siempre han querido generalizar el IVA a alimentos y medicamentos. Pero este año, el PRI tomó la decisión histórica de apoyar tal medida.

Excluyendo los ingresos petroleros, México apenas recaudó el 10% del PIB en impuestos el año pasado. Eso supone una de las tasas más bajas del mundo, incluso por debajo de países más pobres como El Salvador o Tailandia. La reforma “hacendaria” pretende cambiar esa situación, incrementando los ingresos federales en al menos 4 puntos del PIB, unos 49 mil millones de dólares adicionales al año.

Los ingresos extras se destinarían en gran parte a financiar un ambicioso plan de seguridad social universal, que se presentaría el próximo año. También se podría aliviar la enorme dependencia del Gobierno Federal de la renta conseguida por la exportación de crudo, que ahora aporta un tercio del presupuesto, haciendo al país muy vulnerable a los posibles cambios bruscos de los precios internacionales del petróleo.

En resumen: no sabemos qué impuestos aumentarán, cuál será considerado como altas rentas o clase alta, y además, tampoco estamos seguros de que esto se lleve a cabo, pero veamos el lado positivo, la idea está…

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