¿Qué son los impuestos verdes?

De todos los tipos de impuestos, los más actuales y llamativos son los denominados como impuestos verdes, denominación utilizada también para para referirse al conjunto de figuras fiscales mencionadas, aunque no sean propiamente impuestos.

En concreto y a modo de definición, los impuestos verdes son “aquellos cuya base imponible consiste en una unidad física de algún material que tiene un probado impacto negativo sobre el medioambiente”.

Entonces, su creación tiene un doble objeto bien marcados:

  1. Generar recaudación a partir de lo que la sociedad considera males ambientales, en contraposición a recaudar a partir de tasar bienes, y
  2. Modificar señales económicas que reciben individuos y empresas sobre los costos ambientales de sus acciones.

En concreto, los impuestos verdes tienen la finalidad buscar que las personas que contaminen o de cualquier forma causen una afectación al medio ambiente, sientan la carga social de sus acciones, en atención al principio quien contamina paga.

¿Qué impuestos verdes existen?

Existe una variedad de impuestos verdes, siendo los más representativos en los países de la OCDE, aquellos que gravan productos energéticos, emisiones al aire, vehículos, contaminación del agua, el uso de agua, la generación de residuos y el manejo de la biodiversidad y vida silvestre.

En primer lugar podemos situar a los que afectan a productos energéticos, principalmente al consumo de gasolina. Estos impuestos fueron creados en un primer momento por razones meramente fiscales, en virtud de que tienen un impacto en el medio ambiente, posteriormente se consideraron impuestos verdes. Los combustibles comenzaron a gravarse por su contenido de azufre o plomo.

Por otro lado, tenemos a los impuestos sobre emisiones al aire que gravan la expulsión de compuestos generados por la combustión. La tasa se calcula con base en estimaciones o mediciones de las emisiones, y varía según el tipo de contaminante, el nivel de contaminación o toxicidad y la ubicación de la fuente emisora.

Aquí podemos definir una clasificación como sigue a continuación:

  • Impuesto por la adquisición de autos nuevos
  • Impuestos anuales a vehículos usados por el derecho a utilizar el vehículo
  • Cobro de derechos por el uso de caminos o carreteras

Existen también impuestos por contaminación del agua:

  • Productos que tienen una alta probabilidad de contaminar ríos y acuíferos en general, tales como pesticidas, fertilizantes artificial, excedente en abonos, entre otros.
  • Emisiones o descargas directas al agua, que se identifican mediante la fuente generadora.
  • Por otro lado, los impuestos por el uso de agua existen en la mayoría de los países miembros de la OCDE, conforme a diferentes estructuras de precio para el cobro de su uso, tales como tasas fijas y tasas basadas en volumen que requieren de un medidor.

Ventajas de los impuestos verdes

  • La implementación de impuestos verdes permite alcanzar mejoras ambientales al menor costo posible para la sociedad.
  • Se incentiva la adopción de tecnologías limpias.
  • Hace que todos los contaminadores se enfrenten a una misma tasa.
  • Potencial mínimo recaudatorio.

Desventajas de los impuestos verdes

  • No son el mejor instrumento de política medioambiental. Hay ocasiones en las que una prohibición es más factible y efectiva.
  • Depende su efectividad de cómo reaccionen las personas y las empresas ante el incentivo o desincentivo de actividades o bienes.
  • Si los contribuyentes asumen que el pago les da el derecho o el permiso para contaminar, no disminuye el grado de impacto.
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