Las criptomonedas son un valor de inversión, descentralizado y sin dependencia de ningún país u organización. Esta moneda virtual puede ser intercambiada o ejecutada como otra moneda tradicional; eludiendo el control de instituciones financieras o gobiernos.
Actualmente se pueden encontrar gran cantidad de criptodivisas, cada una con distintas cualidades y aplicaciones. Asimismo, pueden considerarse como una opción a las divisas tradicionales.
No obstante, fueron diseñadas como una medida de pago normal, aunque este hecho se ve condicionado a que su valor haya sido aceptado previamente.
Cuando, una moneda virtual es aceptada y se llega a utilizar de manera global puede tener éxito. El Bitcoin fue la primera criptomoneda que vio la luz.
Desde entonces han pasado más de diez años y su adaptación ha sido total. Dio origen a un nuevo mercado de divisas.
La eliminación de pagos a terceros; eludiendo sus comisiones o el anonimato en que permanecen sus portadores son algunas de las claves principales en las que se ha basado su éxito.
Las monedas virtuales que tienen su origen en el código fuente de Bitcoin son Altcoin. El término es una fusión entre las palabras alternative y coins.
Su traducción podría ser moneda alternativa. Son conocidas, igualmente, con el nombre de Forks, traducido a su vez como ramificación.
Un Altcoin hace alusión a cualquier criptodivisa que no es Bitcoin incluyendo en la misma palabra tokens y monedas virtuales.
Los tokens no se consideran únicamente una criptomoneda, sino una fórmula de financiación. En lugar de emitir acciones; cuyo proceso está altamente regulado y precisa una serie de requisitos que muchas empresas no poseen, se emiten tokens virtuales.
Estos salen al mercado con un valor determinado debido a su exigüidad y demanda pudiendo ser utilizados tanto para comprar como para acumular cotización.
El Bitcoin se caracteriza por presentar un código abierto. Este código se ha usado como soporte para muchos programas de software.
Un software elaborado en base al código fuente de Bitcoin son las monedas alternativas sin centralizar. Estas se basan en bloques básicos de construcción similares al Bitcoin para poner en funcionamiento monedas virtuales conocidas como Altcoins.
Estas monedas, que se generan en el comercio de las criptodivisas, pueden encontrarse en diversas versiones. Existen personas que se han lucrado ilícitamente, organizando fraudes.
Lanzando un agresiva campaña de marketing para hinchar los precios y abandonando el proyecto cuando han situado una cantidad suficiente.
De igual modo, existen otras muchas personas que se han beneficiado de forma legal. Personas que corrieron el riesgo desde sus comienzos confiando e invirtiendo en unas altcoins concretas, obteniendo un resultado asombrosamente beneficioso.