La estanflación es una combinación de crecimiento económico estancado, alto desempleo y alta inflación. Es una situación antinatural porque no se supone que ocurra inflación en una economía débil.
En una economía de mercado normal, el crecimiento lento previene la inflación. Como resultado, la demanda de los consumidores cae lo suficiente como para evitar que los precios suban. La estanflación solo puede ocurrir si las políticas gubernamentales interrumpen el funcionamiento normal del mercado.
¿Cómo funciona la estanflación?
La estanflación ocurre cuando el gobierno o los bancos centrales expanden la oferta monetaria al mismo tiempo que restringen la oferta. El culpable más común es cuando el gobierno imprime moneda. También puede ocurrir cuando las políticas monetarias de un banco central crean crédito. Ambos aumentan la oferta monetaria y crean inflación.
Al mismo tiempo, otras políticas ralentizan el crecimiento. Eso sucede, por ejemplo, si el gobierno aumenta los impuestos. También puede ocurrir cuando el banco central eleva las tasas de interés. Ambos impiden que las empresas produzcan más. Cuando se producen políticas contradictorias de expansión y contracción, se puede desacelerar el crecimiento y generar inflación.
¿Podría volver a ocurrir la estanflación?
En 2011, la gente volvió a preocuparse por la estanflación. Les preocupaba que las políticas monetarias expansivas de la Fed, utilizadas para rescatar a la economía de la crisis financiera de 2008, causaran inflación.
Al mismo tiempo, el Congreso aprobó una política fiscal expansiva. Incluyó el paquete de estímulo económico y niveles récord de gasto deficitario. Mientras tanto, la economía solo estaba creciendo del 1% al 2%. La gente advirtió sobre el riesgo de estanflación si la inflación empeoraba y la economía no mejoraba.
Este aumento masivo de la liquidez mundial evitó la deflación, un riesgo mucho mayor. La Fed no permitirá que la inflación supere su objetivo de inflación del 2% para la tasa de inflación subyacente. Si la inflación superaba ese objetivo, la Reserva Federal cambiaría de rumbo e instituiría una política monetaria restrictiva.
El Shock de Nixon
El Shock de Nixon estuvo compuesto por tres acciones que tomó Nixon.
Instituyó una congelación de 90 días en todos los salarios y precios. Estableció una Junta de Pagos y una Comisión de Precios para aprobar cualquier aumento después de los 90 días. Convenientemente, controlaría los precios hasta después de la campaña presidencial de 1972. Así planeó controlar la inflación.
Nixon impuso un arancel del 10% a las importaciones. Su objetivo era reducir el déficit comercial y proteger las industrias nacionales. En cambio, los aranceles elevaron los precios de importación.
Sacó a los Estados Unidos del patrón oro. Eso había mantenido el valor del dólar atado a una cantidad fija de oro desde el Acuerdo de Bretton Woods de 1944.