¿Puede el Bitcoin amenazar la seguridad nacional de un país?

Aunque Bitcoin ha facilitado rápidas transformaciones y crecimiento en varios sectores económicos mundiales, algunos se muestran escépticos de que su creciente adopción generalizada pueda suponer importantes amenazas para la seguridad nacional. Las afirmaciones están relacionadas principalmente con informes recientes de que los ciberdelincuentes se han infiltrado en las plataformas en línea de importantes empresas, exigiendo el pago de un rescate en criptomonedas. En consecuencia, las agencias de seguridad han planteado su preocupación al respecto. Por ejemplo, algunos organismos sostienen que los ataques que utilizan criptomonedas fomentan la actividad delictiva y amenazan la seguridad nacional. Las Fuerzas Armadas de Estados Unidos afirman que la creciente adopción de Bitcoin por parte de la población también podría suponer una amenaza para la seguridad nacional, ya que podría socavar la posición del dólar estadounidense como moneda de reserva mundial. Sin embargo, esas alegaciones se dirigen a todas las criptodivisas, sin referirse explícitamente a Bitcoin. El siguiente artículo explora la relación entre Bitcoin y la seguridad nacional.  

 

Monedas digitales y seguridad nacional

Un elemento debe cumplir tres criterios para ser considerado una moneda. Debe ser un depósito de valor, una unidad de cuenta y un medio de intercambio. La moneda estadounidense cumple todos esos criterios, y el poder adquisitivo se utiliza para medir el valor neto de las transacciones. Sin embargo, las monedas fiduciarias como el USD están centralizadas, sujetas a las regulaciones del gobierno y de los bancos centrales. Las monedas virtuales como el Bitcoin son activos digitales que se utilizan para intercambiar con registros de transacciones validados en un espacio compartido mayor. Bitcoin funciona con la tecnología Blockchain, que recopila todos los datos de las transacciones y regula la acuñación de nuevos tokens. Sin embargo, es una moneda digital descentralizada, no está sujeta a ningún gobierno o autoridad central. Bitcoin tiene un tope de suministro limitado de 21 millones de tokens solamente, lo que le confiere un importante poder adquisitivo. La tecnología Blockchain es la columna vertebral de Bitcoin, facilitando el procesamiento de pagos sin intermediarios. Esto permite a los usuarios de Bitcoin garantizar unas remesas transfronterizas más rápidas, seguras y con un coste relativamente bajo. Blockchain también puede facilitar los contratos inteligentes y el rastreo de productos, generando un registro preciso de las transacciones para todas las partes implicadas en las mismas: fabricantes, mayoristas, distribuidores, minoristas y consumidores. Actualmente existen más de 1.000 criptomonedas, con una capitalización de mercado estimada en unos 2 billones de dólares. El Bitcoin es actualmente la criptomoneda más popular, representando casi la mitad del valor total de las monedas digitales. Varios negocios aceptan ahora el Bitcoin como medio de pago para diversos bienes y servicios. Muchas plataformas de intercambio de divisas, como BitLQ , permiten a los traders e inversores comprar y vender Bitcoin por otras monedas digitales y dinero fiduciario. Además, también hay cajeros automáticos de Bitcoin que permiten enviar y recibir dinero en efectivo utilizando Bitcoin. Su adopción se encuentra en las primeras etapas, pero los analistas han previsto un crecimiento significativo en el futuro.  

 

Cómo las monedas digitales pudieran impactar la seguridad nacional

Los expertos han señalado algunas implicaciones que el Bitcoin y otras monedas digitales tendrían en la seguridad nacional. Una de ellas es que las monedas virtuales son más fáciles de blanquear que el dinero fiduciario. A diferencia del dinero en efectivo, los usuarios de Bitcoin pueden mover rápidamente sus reservas a través de varias plataformas online no rastreables en la dark web y convertirlas en activos digitales legítimos sin atraer atención. La dificultad para rastrear los pagos virtuales es la principal característica que plantea dudas sobre las amenazas a la seguridad nacional. Otros piensan que la complejidad de rastrear las transacciones de Bitcoin fomenta actividades delictivas como el blanqueo de dinero, el terrorismo y las estafas, amenazando la seguridad nacional. Por el contrario, la tecnología subyacente de Bitcoin podría ser la mejor solución a estas amenazas, ya que valida todos los registros de las transacciones en un libro de contabilidad digital público e irreversible. Bitcoin cuenta con la red más segura, a pesar de los pocos casos de piratería informados en los medios de comunicación. Además, los expertos en informática forense también han desarrollado sofisticadas tecnologías para mejorar la seguridad de los activos virtuales y el seguimiento de las criptomonedas robadas. Por lo tanto, sería incorrecto decir que Bitcoin puede amenazar la seguridad nacional de cualquier país.        

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