Si pediste un préstamo, ya sea con una institución financiera o con un amigo o familiar, seguro tienes dudas de cómo afectará esto tu declaración ante el SAT, si deberás pagar más impuestos por esto o si no debes declararlo.
Para resolver cualquiera de estas dudas, buscamos a Yo te presto, una fintech mexicana experta en créditos personales, quien nos dijo tres cosas clave que debes saber sobre préstamos e impuestos:
1.- Debes declararlos
Siempre y cuando sean mayores a 600 mil pesos, debes declarar tus préstamos ante el SAT y, para ello, tendrás 15 días posteriores a que los hayas recibido, con el objetivo de evitar que el organismo los marque como ingresos extraordinarios.
Estos 600 mil pesos son acumulables, así que, si una financiera te prestó 400 mil, un amigo 100 mil y tus papás 150 mil pesos para, digamos, abrir un negocio, deberás declarar todos estos préstamos o tendrás problemas con el fisco.
2.- Están exentos de impuestos
Aunque no lo creas, el SAT quiere que declares estos ingresos para NO cobrarte impuestos, ya que los préstamos están exentos de ellos.
Pero, si no los declaras en el tiempo que ya comentamos, el organismo los considerará simplemente como ingresos extraordinarios y podrá cobrarte el Impuesto Sobre la Renta (ISR) correspondiente. Además, en caso de que así lo decida, podrá citarte para que aclares de dónde obtuviste ese dinero, porque lo puede catalogar como una discrepancia.
3.- Los declaras en línea
Lo mejor que puedes hacer es evitar cualquiera de los escenarios que te explicamos en el punto anterior, así que acércate con un contador o declara los préstamos tú mismo.
Aunque no lo creas, hacerlo es muy fácil, ya que todo es en línea, solo necesitarás tu RFC y la contraseña y/o e.firma, para ingresar a la página del SAT.
Si el préstamo lo pediste con una institución financiera, el dato estará precargado, en caso de que aún no esté, podrás subir el contrato o un estado de cuenta para poder declararlo.
Si el préstamo te lo dio un familiar, lo mejor será que hagan un contrato, para que tú puedes declararlo, ya que sino el SAT no tendrá la certeza de que realmente ese dinero que recibiste sea un préstamo.
Así que ya lo sabes, declarar ante el fisco tus préstamos es una obligación y, además, un beneficio para tu bolsillo y tu tiempo.