Directrices de la OCDE para Precios de Transferencia

Dentro de la materia de precios de transferencia, los países que aplican este tipo de normativa, suelen tomar las Directrices de Precios de Transferencia de la OCDE, es decir, aquellos lineamientos básicos sobre cómo se aplica esta regulación y qué requisitos deben cumplir las empresas multinacionales y administraciones tributarias.

De esta manera, las directrices de la OCDE para Precios de Transferencia nos dan los lineamientos sobre la aplicación del “principio de independencia efectiva”.

¿Qué es el Principio de Independencia Efectiva?

Bien, tenemos que dar una definición que pueda entenderse a simple vista antes de entrar en tecnicismos. Así que, podemos decir que el “principio de independencia efectiva” es aquel que el consenso internacional ha creado acerca de los precios de transferencia, que se utiliza para poder valuar, con objetivo fiscal, las transacciones entre empresas relacionadas siempre que sean entre diferentes países.

La implementación de precios de transferencia debe ser una prioridad para las administraciones tributarias cuando en su país actúan muchas empresas multinacionales.

¿Para qué es necesario acatar las directrices de la OCDE en Precios de Transferencia?

Aquí entra un poco en juego la discusión de que si cada país puede tener su propia legislación y método de valuar los precios de transferencia, o todos debemos usar lo mismo. La realidad ha demostrado que si todos usamos el mismo sistema es menos complejo, dado que tanto el país local como en el que está radicada la otra parte de la operación, aplicarán el mismo sistema y no habrá problemas de doble tributación o en su defecto, errores en el impuesto sobre la renta.

En concreto, los gobiernos necesitan asegurarse de que las utilidades gravables de las empresas multinacionales no se desvíen artificialmente de sus jurisdicciones y que la base gravable declarada por las multinacionales en sus países respectivos refleje la actividad económica.

Entonces, aquí surgen estas directrices de la OCDE para Precios de Transferencia buscan limitar los riesgos de la doble tributación potencial resultante de una disputa entre dos países sobre la determinación de la remuneración correcta en transacciones transfronterizas entre empresas relacionadas.

¿Qué son las Directrices de la OCDE?

Pues bien, ahora debemos verificar el concepto puntual que nos compete en este tema y vemos que las Líneas Directrices de la OCDE para Empresas Multinacionales son recomendaciones dirigidas por los gobiernos a las empresas multinacionales.

A través de las Directrices de la OCDE se busca garantizar que las actividades de esas empresas se desarrollen en armonía con las políticas públicas, para poder entonces fortalecer la base de confianza mutua entre empresas y las sociedades en las que desarrollan su actividad, contribuir a mejorar el clima para la inversión extranjera y potenciar la contribución de las empresas multinacionales al desarrollo sostenible.

Los capítulos que contemplan la Líneas Directrices son los siguientes:

  • Principios Generales
  • Publicación de informaciones
  • Derechos Humanos
  • Empleo y Relaciones Laborales
  • Medio Ambiente
  • Lucha contra la Corrupción
  • Protección de los Consumidores
  • Ciencia y Tecnología
  • Competencia
  • Fiscalidad (aquí entran las de Precios de Transferencia)

Características de las Directrices de la OCDE

A tener en cuenta un par de puntos para cerrar el tema. Las directrices de la OCDE para precios de transferencia no son obligatorias. No obstante, los países que las acepten obligan a sus empresas a utilizarlas.

Además, hay que mencionar que ni sustituyen ni están por encima de las leyes de ningún país. Son, en todo caso, estándares de comportamiento suplementarios a la ley y, como tales, no crean conflicto alguno de competencias.

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