Una buena noticia es que nuestro sector minero ha indicado que aceptará ser sometido al pago de una regalía, como lo propone el Gobierno federal en su iniciativa de reforma fiscal.
Pero no todo es color de rosa, sino que el sector minero aceptará esto bajo la única condición de que sea muy por debajo de la propuesta oficial.
En concreto, las mineras son gustosas de pagar una regalía de 2% a sus utilidades, en lugar del 7.5% que propone el la administración de Enrique Peña Nieto.
Si fuese de otra forma, dicen que las inversiones en el sector pueden caer en 60% en los siguientes seis años, además de que se dejarán de crear 60,000 empleos, según la Cámara Minera de México (Camimex).
“Solicitamos que haya una reflexión sobre el tema, y que no se nos saque de competitividad”.
El sector minero proyectó una inversión récord de 8,145 millones de dólares para este año, lo que significa un aumento del 1.27%, derivado de la caída de los precios del oro, plata y cobre -los más importantes para la industria mexicana-.
Un punto que es fundamental es que en otros países mineros como Argentina, Estados Unidos, Brasil, Australia, Perú, Sudáfrica, Chile y Canadá, las mineras pagan regalías que van de 0 al 7.5%, dependiendo del tipo de mineral, su valor, su volumen y el territorio de dónde sea extraído el material.
Sin embargo, para nosotros eso no es excusa. las mineras se han jactado durante años en no pagar nada por su explotación de un suelo no propio. En este sentido, nos parece bárbaro que se prevea la creación de un nuevo impuesto del 7.5% a las ganancias del sector minero, además de un gravamen del 0.5% a los productores de oro, plata y cobre.
México es el único país, junto a China, que no cobra una regalía sobre la producción, pues por los derechos de concesiones, el sector pagó apenas 2,000 millones de pesos en su conjunto el año pasado, es decir, menos del 1% de los ingresos que generó.