En esta semana se empezaron a escuchar las voces de las operadoras de telefonía móvil como las de Telefónica, Telcel, Iusacell y Nextel, que se encuentran pidiendo, ya incansablemente, eliminar el Impuesto Especial a Productos y Servicios (IEPS) que se aplica sobre los servicios de telecomunicaciones.
Pero esto no es todo, también están solicitando que se elimine el IVA sobre los servicios de roaming internacional, porque es un gravamen que viola los acuerdos internacionales.
Para tener una idea básica de cuán representativo es este impuesto sobre el PIB del país, vemos que durante el año pasado la recaudación del IEPS fue cercana al 6,107 millones de pesos, lo que representa un 0.26% del ingreso total del gobierno federal. Pensándolo así, eliminando el IEPS sobre las telecomunicaciones, no se afectará tanto al país. Esta es la versión de las empresas de telecomunicaciones, que quieren adecuarse a los estándares globales, aunque también gustan pagar menos (pese a que estos gravámenes fuesen indirectos)
En concreto, lo que se busca en fin es apegarse a las mejores prácticas internacionales, una de ellas tiene que ver con que no se incluyen impuestos entre empresas.
A consecuencia, debemos ver que también se pide que se elimine el IVA al roaming internacional, aquel que grava el servicio que la empresa telefónica residente en México presta a la telefónica residente en el extranjero, y la base del impuesto es la contraprestación que le paga a la empresa extranjera.
Por ejemplo, cuando un usuario sale de México, además de pagar el servicio de voz tienen que pagar un impuesto por usar el servicio fuera de su zona de cobertura.
Veamos entonces que:
“Si la autoridad fiscal de cada uno de los países considerara como exportación el servicio prestado por la empresa residente en su territorio a la empresa en el extranjero cuyo cliente se ubica temporalmente en el territorio residente utilizando su red, el usuarios obtendría los máximos beneficios de esa lógico fiscal que desgrava el consumo en el extranjero”.
Los países que integran la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) adoptaron disposiciones en un reglamento que completan el Convenio Internacional de Comunicaciones, firmado por México.
Allí se puede observar que cuando la legislación nacional de un país prevea la aplicación de una tasa fiscal sobre la tasa de percepción por los servicios internacionales de telecomunicaciones, esa tasa fiscal sólo se percibirá normalmente por los servicios internaciones facturados a los clientes de ese país, a menos que concierten otros arreglos para hacer frente a circunstancias especiales.
Así, las telefónicas del país buscan que entre empresas no haya ese cobro porque ese le impacta directamente al consumidor y en consecuencia al consumo.
¿Qué pasará si desgravan a las empresas de IEPS?
En concreto, deberían inmediatamente bajar sus tarifas, y hacerlas más competitivas. Esto puede generarnos un poco más de dinero en el bolsillo, que utilizado para consumir dará iguales ingresos en concepto de IVA para el Estado. Es decir, eliminar esta tarifa es algo positivo para usuarios y para el Estado.
Además, es importante entender que el IEPS es una herramienta política y no un gravamen justo, porque se utiliza para orientar el consumo desde cuestiones que no sean del todo deseadas hacia sectores más vulnerados. Por eso se grava al tabaco, la gasolina y refrescos, para con ese dinero fomentar la salud y educación relacionadas… Al menos, ese es el objeto.