Por qué no debes invertir en lo que no entiendes

La tremenda irrupción de las criptomonedas en el mundo de la inversión ha traído consigo una gran cantidad de personas que ganan o han ganado mucho dinero, pero también una enorme cantidad de personas que pierden, han perdido y perderán dinero con este tipo de activos. Uno de los motivos fundamentales es invertir en aquello que no se entiende y en lo que tampoco se está dispuesto a perder tiempo estudiando.

cómo invertir

Hemos puesto el ejemplo de las criptomonedas, pero podríamos poner realmente una enorme cantidad de ejemplos ya que los nuevos modelos de gestión económica tecnológica, ha traído consigo también nuevas formas de inversión.

Desventajas de e invertir en lo que no entiendes

Una de las desventajas de este tipo de entornos tan revueltos es que, como podemos comprobar a través de las redes sociales, surgen legiones de “expertos” que nos hacen recomendaciones vendiendo las excelencias de tal o cual tipo de inversión, activo, o modelo de gestión inversora.

Para un usuario medio, con poca formación, cuando se le transmite el mensaje de que quien compró Bitcoin en 2010 ha multiplicado su beneficio en un 50.000%, convirtiéndose millonario, el mensaje con luces de neón es sencillo: las criptomonedas te van a hacer rico.

Podríamos aplicar esto a una gran cantidad de tipos de inversión, la reciente furia por los NFT sin duda es otro gran dicho para este tipo de movimientos, y lo vamos a ver (ya se está viendo) en muy poco tiempo de manera muy extendida tanto redes sociales como incluso en la propia prensa generalista.

Y la realidad es que, aunque hay gente que gana dinero, y hay gente que gana mucho dinero, y efectivamente hay millonarios gracias a este tipo de inversiones, también son legión aquellos que pierden dinero de manera constante en este tipo de inversiones.

Como decíamos, son los motivos fundamentales es no entender el tipo de activo o de herramienta inversora con la que se está operando.

El ejemplo de las criptomonedas

Las criptomonedas son un gran ejemplo. En primer lugar, porque no son un tipo de activo al alcance de cualquier modelo de inversor, tienen una tremenda volatilidad, son altamente especulativas, no se atienen en general a los análisis fundamentales, y requieren de conocimientos amplios de mercado, de recursos financieros, además de un temple muy especial para operar.

Alguien que compra Bitcoin en 52.000 $ porque ha escuchado que en Bitcoin llegará a 100.000 $, en algún momento de volatilidad y recesión cuando Bitcoin pierda un 20% o un 25%, que puede ocurrir, entrar en pánico, y probablemente venda de manera apresurada, o, no entender que se está ante una rectificación de mercado duradera, y aguantará perdiendo mucho valor para salir en un momento bajista, etc.

Por otro lado, cuando no se entiende la inversión que se está haciendo, se suele sobrevalorar o infravalorar el modelo o la herramienta inversor. Otro ejemplo distinto sería el de los CFD. Se trata de un producto financiero derivado, tremendamente sencillo de operar, pero muy complejo de entender y manejar, y más aún de obtener beneficio.

Lo que ocurre es que, quien obtiene beneficio de este tipo de herramienta suelen obtener una gran rentabilidad. Esa mezcla de gran rentabilidad potencial, manejo sencillo y rápido y entrada baja para la inversión lo convierte en una fórmula en la que, como las propias plataformas de Trading avisan, en torno al 70% o 75% de quienes operan pierden dinero.
Estudiar, formarse, aprender sobre aquello que se quiere utilizar como herramienta de inversión, es básico a la hora de colocar nuestro dinero.

Y si no, deberíamos recurrir a herramientas contrastadas, en las que, aunque se corre el riesgo de inversión, no se corre el riesgo de innovación y falta de conocimiento.

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