¿Los préstamos pagan impuestos en México?

Una duda frecuente entre los receptores de préstamos es si deben pagar impuestos o no: Te lo explicamos

Si bien es cierto que Internet ha abierto las puertas a mejorar la conectividad y a descubrir información de todo tipo y en cualquier momento, la realidad es que, en ocasiones, precisamente ese exceso de datos puede traer consigo el efecto contrario: lo que se conoce como desinformación.

Ciertas noticias corren por las redes apuntando al hecho de que el Sistema de Administración Tributaria (SAT) investiga a aquellas personas que han solicitado productos crediticios, como préstamos rápidos en línea o en establecimientos bancarios, y que no reportan esa información al organismo. Por otro lado, otras fuentes añaden que el financiamiento cuenta con cargas impositivas porque los bancos añaden a los créditos el IVA.

Toda esta información da lugar a equívocos. Hay que tener claros varios conceptos a la hora de construir la declaración anual de tu renta: por un lado, el Sistema de Administración Tributaria (SAT) pone a disposición de los contribuyentes mexicanos toda su web oficial en la que recogen los valores por los que habría que pagar impuestos y, en el caso de los préstamos, aclaran que no están sujetos a ningún tipo de carga impositiva. 

Eso sí, en el caso de obtener créditos por encima de los $600,000 pesos en un año, entonces el contribuyente deberá proceder a declararlos.

Por otro lado, y si bien al principio hemos señalado uno de sus pocos aspectos negativos, en caso de necesidad, la web emerge como una opción fantástica para obtener préstamos en línea confiables. Numerosas empresas crediticias han encontrado en Internet, la posibilidad de ofrecer sus productos de crédito sin las trabas ni el papeleo burocrático de los negocios físicos tradicionales. Entra ahora en la web y descubre y compara las mejores opciones de préstamos disponibles en México a través de procedimientos ágiles y con todas las garantías de calidad y seguridad.

Lo mejor es justificar los préstamos 

Una vez despejada la duda principal acerca de si los préstamos generan o no impuestos, el siguiente aspecto que debes cuidar es la de la justificación a través de la declaración anual, donde, si todo está correcto, no solo no tendrás que pagar, sino que también podrás obtener beneficios a través de la devolución de impuestos. 

Como hemos señalado en líneas precedentes, no es necesario declarar la recepción de un crédito que se sitúe por debajo de los $600,000 pesos en un año. Por encima de ese importe no es necesario pagar ningún tipo de impuesto, pero sí se hace preciso justificarlo. En caso contrario, el Sistema de Administración Tributaria sí te puede obligar a pagar una tasa. Esto es así porque el SAT clasificará esa entrada de dinero como procedente de una actividad comercial susceptible de llevar aparejada una carga impositiva. 

Por este motivo, resulta fundamental acompañar de cuántos documentos sean precisos a tu declaración anual de los ingresos procedentes de préstamos o créditos que excedan los $600,000 pesos.

En esta línea, a la hora de recibir un préstamo es importante que, ya sea que el dinero proceda de una entidad bancaria o de una empresa crediticia, debes solicitar de forma expresa que el concepto final que recibas en tu cuenta corriente cuente con la adecuada identificación, es decir, la palabra “préstamo”. De hecho, incluso si el préstamo se realiza a través de dinero en efectivo, debe poder declararse también mediante el correspondiente pagaré o contrato firmado en el que se especifiquen los términos del acuerdo.

Todas estas prácticas, si bien van destinadas a la justificación de las entradas de dinero procedentes de préstamos superiores a los $600,000 pesos anuales, se recomienda, asimismo y aunque no sean preceptivas, para los créditos menores con el fin de evitar posibles problemas en el caso de que el SAT encuentre irregularidades en la inspección de tu declaración.

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