Actualmente no hay propuesta alguna que determine la aplicación del IVA sobre medicamentos, así que podemos quedarnos tranquilos que la Reforma Fiscal de 2014 no incluirá este gravamen sobre este tipo de productos.
Recordamos…
Nuevamente hay repercusiones de la posible aplicación de un IVA sobre Medicinas así como sobre alimentos. Como sabemos, el PRI ha mostrado su faceta poco amable con la clase baja y abrió el tema del IVA buscando aplicar una tasa para gravar las medicinas y establecer una canasta básica de alimentos con un impuesto diferenciado.
En este sentido, como el gobierno es el mayor consumidor de medicamentos, un impuesto de 16% encarecerá su operación, mientras que el consumo privado es muy reducido; pero también afectaría a su bolsillo.
Asimismo, consideremos que los trabajadores son los que mayores dificultades tienen para llegar a fin de mes, si a ello le sumamos un 16% más al valor de sus alimentos y medicamentos, sea de golpe o escalonado, el salario se verá denegrido.
En los alimentos, los ingresos por gravarlos representarían 2% del PIB, pero, para evitar dañar el ingreso per cápita, se podría establecer de manera gradual en algunos productos una tasa de entre 4 y 6%.
La idea del PRI es cumplir con el gasto social comprometido sin endeudarse, porque existe una necesidad apremiante de hacer justicia a la gente. Esta propuesta ha sido realizada hace tres años, y el Congreso aprobará estas medidas.
En la reforma fiscal que se estudia en el Congreso de la Unión, se ha propuesto gravar con IVA a alimentos y medicinas. Este controvertido tema está ampliamente discutido y a estas alturas la mayoría de la población ya se formó un criterio al respecto . Los que están en contra de que se aplique argumentan que se incrementaría la pobreza porque una parte de sus escasos ingresos se los llevarían los impuestos al valor agregado en alimentos y medicinas; que en los Estados Unidos sólo unos pocos Estados cobran impuestos a las medicinas; que se aumentaría la distancia entre pobres y ricos.
Por otra parte, la tasa cero, a quien más beneficia es a los grandes productores de alimentos y medicinas al devolverles más de 500 mil millones de pesos cada año.
Otros productos a los que también se les aplica la tasa cero, que no son alimentos ni medicinas, son: el ixtle y la palma de lechuguilla, tractores para accionar implementos agrícolas, arados, rastras, cultivadoras aspersoras y espolvoreadoras y otros equipos mecánicos para la agricultura; fertilizantes, plaguicidas, herbicida y fungicidas para la agricultura o ganadería; oro, joyería, orfebrería, piezas artísticas u ornamentales y libros, periódicos y revistas que editen los propios contribuyentes.
Algunas repercusiones se dieron como las que sigue:
“Ojalá que el IVA en alimentos y medicinas no sea del 16 %, ojalá que puedan manejar una tasa baja, no es la panacea, no va a dar resultados que se necesitan si los recursos no se aplican como deben ser. Va a venir afectar las clases más bajas todavía más por el nivel de gasto que destinan a alimentos que es mayor al nivel de gasto que destina proporcionalmente alguien con más recursos”.