La elusión fiscal y sus riesgos en México

En México, la elusión fiscal se ha convertido en un tema cada vez más relevante para empresas y personas físicas, sobre todo con el endurecimiento de las medidas fiscales por parte del Servicio de Administración Tributaria (SAT).

Aunque no es lo mismo que la evasión, ya que en la elusión se utilizan vacíos legales para reducir la carga impositiva, sigue representando un riesgo significativo desde el punto de vista fiscal y legal.

¿Qué es la elusión fiscal?

La elusión fiscal consiste en el uso de estrategias y planeaciones fiscales para minimizar el pago de impuestos sin violar la ley de manera directa. Por ejemplo, una empresa puede reestructurar sus operaciones o utilizar mecanismos como los fideicomisos para reducir su carga tributaria.

Aunque estas prácticas no son ilegales per se, el gobierno mexicano ha estado endureciendo sus medidas para detectarlas y combatirlas. Desde 2020, con la incorporación de la cláusula antielusión en el Código Fiscal de la Federación, el SAT puede interpretar ciertas maniobras como contrarias al espíritu de la ley y sancionarlas.

Riesgos de la elusión fiscal

El principal riesgo de recurrir a la elusión fiscal en México es que el SAT, mediante el uso de herramientas tecnológicas avanzadas, puede reclasificar estas estrategias como actos ilícitos, equiparándolos a la evasión fiscal. Esto puede derivar en multas significativas, recargos e incluso procesos legales que pueden dañar gravemente la reputación de una empresa o individuo.

En 2024, el SAT implementará más tecnología, como la inteligencia artificial y el machine learning, para detectar redes de elusión y evasión fiscal, lo que significa que los riesgos para los contribuyentes aumentan considerablemente. Las multas por este tipo de prácticas pueden ser tan graves como las que se imponen por evasión fiscal, e incluso derivar en procesos penales si se considera que hay intención de defraudar al fisco.

Además, la elusión puede generar otros problemas, como el bloqueo de contratos con el sector público, dificultades para acceder a créditos bancarios o la exclusión de ciertos beneficios fiscales.

En conclusión, aunque la elusión fiscal es tentadora para reducir el pago de impuestos, sus riesgos son cada vez mayores en México. Con el SAT endureciendo su vigilancia, las empresas y los individuos deben ser cautelosos y buscar asesoría legal adecuada para asegurarse de cumplir con la normativa y evitar sanciones graves.

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