El ahorro tiene muchos enemigos, pero, probablemente, uno de los peores es la inflación. En periodos de inflación elevada, como el actual, el impacto que la subida de precios puede tener sobre el ahorro es muy importante.
Para situar la cuestión debemos centrarnos en una máxima que se aplica siempre cuando se habla de tratar de obtener rentabilidad sobre el ahorro. Esta máxima nos dice que para que el ahorro no pierda poder adquisitivo, como mínimo, debe batir a la inflación.
Vamos a tratar de explicar los motivos por los que esta máxima es muy real, y por los que la inflación es una gran enemiga de tu dinero y tu ahorro.
Cómo afecta la inflación a tu ahorro
Para entender de manera simple cómo afectan la inflación a tu ahorro nos vamos a fijar en dos aspectos relevantes, por un lado, que supone la inflación y por otro lado la relación entre el aumento de los precios y el aumento de los ingresos.
La inflación, en una definición sencilla, es el porcentaje que aumenta el conjunto de los precios en relación a un periodo de tiempo, que generalmente se establece como anual. Como concepto, la inflación en sí misma no tiene un carácter negativo en todos los casos. En un proceso de crecimiento es normal que los precios aumenten, y esto puede repercutir en un cierto crecimiento inflacionario.
Sin embargo, cuando la inflación crece por encima de los valores esperados, lo que ocurre es que comenzamos a perder poder adquisitivo. Esto es sencillo de entender: si la inflación ha supuesto un crecimiento de los precios del 6%, y tu dinero ahorrado está inmovilizado, transcurrido el año tu dinero vale un 6% menos.
Es ciento que no es exactamente así y que influyen otros factores y valores, pero resulta interesante visualizarlo de esta manera porque es más gráfica y nos hace entender de golpe la importancia que tiene esta situación en nuestro dinero.
El otro elemento es que, en periodos altamente inflacionarios, aunque los ingresos (los salarios) pueden aumentar, rara vez lo van a hacer al mismo volumen que crece la inflación. O, peor aún, nos encontramos en entornos hiper inflacionarios donde el dinero comienza a perder valor.
¿Se puede luchar contra la inflación con el ahorro?
Es difícil, pero no imposible. En primer lugar, debemos huir de la inmovilización del ahorro. El dinero parado nunca genera rentabilidad y, por tanto, nunca pelea contra la inflación.
Esto tampoco significa que debamos colocar nuestro dinero en inversiones a lo loco y de manera apresurada. Al revés, debemos definir nuestro perfil y aversión al riesgo, y en función de eso elaborar una cartera de ahorro lo más diversificada posible.
Por ejemplo, alguien con un perfil muy conservador que quiere exponer poco su dinero va a tener difícil batir a la inflación por encima del 6%, ya que ni la renta fija ni los productos garantizados ofrecen esa rentabilidad, pero podrá buscar una combinación de productos que al menos minimice el impacto. No será lo mismo tener una diferencia de tres puntos con la inflación que tener una diferencia de seis puntos.